Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, en coordinación con el Ministerio de Defensa y elAyuntamiento de Zaragoza, han puesto en marcha un plan para reducir el ruido que genera eltráfico aéreo, con una serie de medidas que empezarán a aplicarse a final de año.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha precisado que el proyecto tiene como objetivo limitar el ruido a la vez que se compagina el uso civil y militar, en el transcurso de una rueda de prensa en la que ha participado el director de Medio Ambiente de AENA, José Manuel Hesse, el general jefe de laBase Aérea de Zaragoza, Francisco Molina, el director del Aeropuerto, Felipe Rivas y el consejero deCultura y Medio Ambiente, Jerónimo Blasco.

Así, AENA promoverá las llamadas «aproximaciones verdes», que consisten en un descenso continuo de los aviones antes de tomar tierra; la prohibición de las operaciones de aeronaves que no cumplan el nivel acústico de certificación 3 y las sanciones para los aviones que no respeten el pasillo aéreo gracias a la puesta en marcha del programa de monitorización del ruido.

Por su parte, Defensa trasladará la mayor parte de las operaciones de vuelos militares, entre el 60 y 70%, a la pista sur, a partir de mayo, una vez se proceda a su reapertura, ya que actualmente está en obras.

Una medida que contribuirá a la descongestión de la zona norte, ya que las operaciones militares representan el cincuenta por ciento de las que se generan en esta instalación aeroportuaria.

AENA calcula que los «aterrizajes verdes», que deben recibir el visto bueno de Defensa, podrán aplicarse en el Aeropuerto de Zaragoza a final de año y aunque es una maniobra voluntaria que solicita el piloto será de interés de las compañías su ejecución, ya que suponen un ahorro de unos 250 kilogramos de combustible.

Además, implican una reducción del ruido de entre 5 y 6 decibelios en las poblaciones situadas a más de ocho millas náuticas del umbral en la pista.

Según Hess, en la actualidad hay veintidós aeropuertos que tienen aprobada la medida en el tráfico nocturno, ya que este tipo de aterrizajes no pueden ser utilizados en aeropuertos con mucha navegación ni por los aviones militares porque no están configurados para ello, ha informado Francisco Molina.

El director de Medio Ambiente de AENA ha señalado que el de Zaragoza es un «candidato ideal», así como que no es una maniobra peligrosa, sino «más segura, eficaz y lógica».

A finales de este año o principios de 2012 AENA también implantará en Zaragoza el llamado «Mapa Interactivo del Ruido» que ofrecerá información precisa sobre las trayectorias de las aeronaves civiles, el ruido que producen y las maniobras de descenso continuo de aproximación.

El objetivo es proporcionar, a través de la denominada «web trak», la «máxima información con mayor transparencia» a la ciudadanía pero también conseguir «mayor precisión» en el seguimiento de las rutas y asegurar que las naves siempre se mueven en ese pasillo, lo que podría dar lugar a sanciones a las que se desvíen, ha advertido Hess.

Una vez que esté aprobado tampoco podrán operar en los aeropuertos españoles aquellas aeronaves que aunque tienen certificación acústica de capítulo 3 su nivel de ruido se aproximan más al 2.

El responsable de Medio Ambiente de AENA ha subrayado que aunque representan muy pocas operaciones generan un ruido puntual y también consumen más combustible, por lo que este organismo «presionará» para que la normativa se ejecute lo antes posible.

El alcalde de Zaragoza ha recordado que la ciudad ya tiene aprobado un mapa de ruido que además de tratar de reducir el número de decibelios en las zonas que superan los 65.000 y que afectan a 11.000 ciudadanos, garantizar que no se construye en aquellas zonas que superan este nivel y preservar las zonas sin ruidos de la ciudad.

Belloch cree que la puesta en marcha del tranvía será la principal medida para disminuir el nivel de ruidos en la ciudad, al menos de cuatro decibelios.