Arcosur renegociará a la baja los contratos de todas las empresas
Su presidente pide un “mayor esfuerzo” a Endesa, Gas Aragón y Telefónica. Los 1.500 pisos adicionales servirán para avalar créditos o vender las parcelas
Con el nuevo plan de viabilidad, el proyecto de Arcosur “será una realidad clara y contundente”. Así podría resumirse el mensaje lanzado ayer por el presidente de la junta de compensación, Antonio Olmeda, quien escenificó la confianza en las cifras anunciadas y que suponen que la finalización de la urbanización se retrasa hasta junio del 2018, que se aumentará la edificabilidad con hasta 1.500 viviendas más y una reducción de cargas para los propietarios de suelo de hasta 60 millones de euros. Una hoja de ruta para la que pidió “el esfuerzo de todos”, del ayuntamiento, entidades financieras, promotores y la UTE de las obras, pero también de las empresas contratadas para el suministro de servicios esenciales como la luz, la telefonía o el gas, con las que se renegociará a la baja sus actuales contratos, que ahora resultan excesivos.
Olmeda destacó la necesidad de generar confianza en los bancos para que la maquinaria no se detenga y el proyecto naufrague. Porque es imprescindible que se sientan “más cómodos” para creer en Arcosur. Para refinanciar los créditos de algunos propietarios de suelo que ahora tienen problemas de liquidez –no de solvencia– para afrontar sus cuotas, para obtener nuevos préstamos a futuro, aparte de los 15 millones que adeudan Ibercaja y La Caixa, y los otros 15 que parece estar dispuesta a facilitar la primera entidad, y también para favorecer la compra y puesta en marcha de nuevas promociones de vivienda.
SUELO PARA 8.648 PISOS El objetivo es claro: que haya dinero suficiente para que el ritmo de ejecución de la urbanización no se detenga y se vayan habilitando nuevas áreas en los plazos marcados –en diez fases hasta el 2018– para construir más pisos y atender a la demanda que Zaragoza mantendrá. “La ciudad necesitará entre 2.000 y 3.000 viviendas al año y lo puede lograr porque Arcosur se las garantiza para los próximos diez años”, afirmó Olmeda.
Muestra de ello es el ritmo actual de obras, que permitirá con el nuevo plan de viabilidad que entre julio y octubre de este año se acaben las dos primeras áreas, con capacidad para 6.600 viviendas, y en abril del 2013 se incrementará a 8.646. Casi 9.000 pisos que podrían estar construidos si los promotores invierten. Y solo invertirán si el futuro es tan sólido como el plan defiende, y cuenta con espaldarazos como la futura ampliación de la línea del tranvía desde Valdespartera hasta la Feria de Muestras –“situaría al recinto entre los mejores de España”, según Olmeda– o con una urbanización terminada en 2018.
UN AVAL Por eso defienden que aunque el sector inmobiliario está estancado, es posible reactivar las ventas con 1.500 viviendas más en Arcosur. Porque, como explicó el presidente de la junta, “podemos desarrollar estas parcelas si lo aprueba la asamblea, o usarlas de garantía para nuevas necesidades de financiación (para las obras) o que la propia junta las enajene a promotores que las ejecuten y que sirvan para aminorar el exceso de costes”.
En eso consiste el balón de oxígeno concedido por el ayuntamiento: aumentar la edificabilidad para que la junta disponga de nuevos suelos con los que poder construir para vender más pisos o, lo que parece más probable ahora, para avalar nuevos préstamos o iniciar una venta directa que proporcione ingresos adicionales. Con todo, la cifra de ahorro para los dueños del suelo debe ser de 50 millones de euros. Y aseguró que hay garantías de éxito porque supondrá “aumentar el valor patrimonial de Arcosur”.