Los futuros habitantes del barrio pasaron ayer revista a los que serán sus futuros hogares

Armados con todo lo necesario para no dejar nada sin revisar, 52 familias de Arcosur, que vivirán en Rincón del Cielo, 6, entraron ayer, tras siete años de espera, por primera vez en sus viviendas. La gran mayoría llevó libreta, lapiz, el plano del piso, cinta métrica y cámara fotográfica para inspeccionar, a conciencia, el que será su hogar en solo unos meses.

La alegría y la satisfacción se reflejaba en las caras de unas personas que han luchado mucho para que este momento se convirtiera en realidad. Pero también la cautela y la esperanza de que el momento definitivo de recibir las llaves no se alargue mucho en el tiempo. Esto, según la empresa gestora, ocurrirá como muy tarde en el mes de octubre cuando el ayuntamiento recepcione la urbanización y la DGA haga la calificación definitiva.

Una vez dentro, los vecinos se apresuraron a visitar las diferentes habitaciones y observar que todo fuera correcto, acorde a lo prometido. Una de las primeras en llegar fue Sara Gimeno que señaló que el piso le había encantado, aunque reconocía que, “después de siete años pagando”, había pasado “momentos de desesperación”. El barrio, dijo, está un “poquito flojo, pero no podemos tenerlo todo a la vez”.

Vecinos en sus pisos de Arcosur

La espera

Solo un piso por encima, César Bailo vivió con unas “ganas exageradas” el momento de ver su casa. “He pensado en dejarlo, en buscar otro piso, pero al final he aguantado”, apuntó. José Luis Martínez también disfrutó junto a su pareja de los primeros minutos en su hogar. Para él, ha habido momentos de resignación, “en los que ves que no paras de pagar y todo se va atrasando”. También visitaron el garaje, allí, mientras medía su plaza, Marta Sanchez afirmó que solo era “una toma de contacto” y que hasta que no tuviera las llaves, no se quedaría “contenta”.

Revisaron el videoportero, las puertas, los pavimentos, todo pasó por sus ojos. Tanto hoy como mañana, otros vecinos seguirán abriendo por primera vez esas puertas que tanto tiempo han estado cerradas.

Fuente: El Periódico de Aragón