El Ayuntamiento de Zaragoza autoriza cada año la construcción de más de 2.000 plazas de aparcamiento subterráneo vinculadas a viviendas de obra nueva, que se traducen en un beneficio de más de 35 millones de euros para los promotores que posteriormente comercializan estas plazas. A cambio de esta concesión al sector inmobiliario, las empresas constructoras no tienen que realizar ningún pago extraordinario al consistorio, excepto el aumento correspondiente de la tasa aparejada a la licencia que deben solicitar en la Gerencia de Urbanismo.

Pese a tratarse de un generoso regalo anual a promotores y constructores de la ciudad, esta práctica se encuentra muy generalizada y aceptada por parte de todos los partidos políticos. Cada semana se aprueba por unanimidad la ampliación de decenas de plazas de aparcamiento sin contraprestación alguna en el consejo de Urbanismo, en el que están representados tanto el gobierno PSOE-PAR como los grupos municipales de la oposición (PP, CHA e IU). El pasado año se autorizó la construcción de más de 2.300 plazas de estacionamiento extraordinarias, es decir, al margen de las que la ley permite (normalmente una por vivienda). Y en lo que ha transcurrido de este ejercicio, Urbanismo ya ha dado luz verde a más de 1.900.

Esta aquiescencia general de los grupos políticos se basa en el convencimiento de que al aumentar la capacidad de los garajes se contribuye a eliminar los coches de las calles y, en consecuencia, a mejorar el tráfico. Sobre todo, en zonas donde existe un déficit de aparcamiento como el Casco Histórico.

No obstante, no siempre es fácil conseguir esa ampliación, puesto que existen áreas donde los técnicos de Urbanismo se muestran recelosos a la hora de informar favorablemente. Se trata de grandes avenidas con elevado volumen de tráfico como el paseo Sagasta o Gran Vía. “Se entiende que en estos viales, que ya de por sí soportan un elevado volumen de tráfico, duplicar las plazas en un edificio de obra nueva solo contribuye a incrementar la congestión”, explicaron fuentes de la Gerencia de Urbanismo.

Los barrios donde mayores beneficios obtienen los constructores con esta ampliación de aparcamientos son los periféricos y de nueva urbanización, sobre todo si concentran importantes bolsas de vivienda protegida: Valdespartera, Arcosur… “Con esta medida se permite a los promotores trabajar con más holgura en la construcción de VPO. Es un aliciente para ellos, porque con el precio que actualmente tiene el módulo, muchos no lo encuentran rentable y no pujarían por las parcelas si no supiesen que van a obtener beneficios por este sistema”, explica un experto urbanista municipal.

Todos los partidos aceptan las reglas del juego. “A menos que un expediente contemple la duplicación directa de las plazas de aparcamiento que marca la ley o que incluso pida más, ni siquiera se le da importancia en el consejo de Gerencia de Urbanismo. Se aprueba sin más”, añade un concejal de la oposición.

PRECIOS JUGOSOS Pese a que la venta de plazas de garaje se ha ralentizado y ahora pueden verse numerosos carteles ofertando parcelas de alquiler para un coche por 40 euros al mes, esta práctica ha generado cuantiosos beneficios a los promotores durante los últimos años. Solo con las ampliadas el pasado año y calculando un precio medio de 17.000 euros, el sector inmobiliario obtuvo más de 35 millones de euros vendiendo estas parcelas.

Este precio se dispara cuando entran en juego plazas situadas en el Casco Histórico. Hace unos meses, se autorizó una veintena de estacionamientos extraordinaria en un edificio de obra nueva junto a la plaza San Felipe, cuyo precio se prevé multiplicar. En esta zona, la parcela de garaje alcanza los 60.000 euros.