Será hoy cuando finalmente los grupos municipales del PP e Izquierda Unida definirán su posición (y su voto) respecto al plan parcial de Arcosur, una modificación respecto al planteamiento inicial que aumenta la edificabilidad en 1.667 viviendas para poder asumir los gastos de urbanización del sector. La prueba de fuego llegará mañana, en una comisión extraordinaria de Urbanismo, en la que los grupos decidirán con su voto si aprueban inicialmente la modificación del plan.

Inicial porque el nuevo planeamiento tendrá que ser ratificado más adelante por el pleno municipal y, en ese periodo de tiempo, deberán incorporarse al expediente informes del propio ayuntamiento y de otras instituciones como el Gobierno de Aragón o los ministerios de Fomento y Defensa (en este caso por su cercanía a la base aérea y lanovedad de las torres de 14 y 18 alturas). Así lo especifican los informes técnicos y jurídicos elaborados por los propios servicios municipales e incluso la propuesta que llevará a la comisión la Gerencia de Urbanismo.

Precisamente, el PP centró sus críticas ayer en la falta de esta documentación y en la tardía recepción de los informes municipales, que obtuvieron ayer mismo. “Estamos analizando los reparos técnicos y jurídicos que se plasma en estos documentos, pero nos sorprende que sean tan numerosos. Mantendremos una posición constructiva, a pesar de que nadie del Gobierno nos ha hecho hasta ahora una propuesta”, indicó el portavoz adjunto del PP, Pedro Navarro, quien no quiso adelantar el sentido del voto de su grupo hasta hoy. De hecho, en la anterior votación para dar luz verde al proceso, el PP se abstuvo, alegando no conocer los informes que ahora ya sí tiene en su poder.

Tampoco Izquierda Unida quiso adelantar si su grupo se abstendrá, votará a favor –parece poco probable– o en contra del plan. El portavoz del grupo municipal, José Manuel Alonso, analizó ayer la modificación del plan en una reunión la permanente del Consejo Político Local de la formación. De allí saldrá el posicionamiento del grupo.

Más clara fue la posición de Chunta. Su portavoz, Juan Martín, aseguró que su voto será a favor si se cumplen tres requisitos: la junta de compensación deberá asumir el proyecto y la construcción de un colegio en el barrio, que requiere 3 millones de euros de inversión; que se aporten 2,5 millones de euros para las líneas de bus y que no se destine a estudios para el tranvía; y que la edificación residencial no pase del cuarto cinturón.

Fuente: El Periódico de Aragón