La última versión se realizó en 1997, antes de la urbanización de PLAZA, Valdespartera o Arcosur

El Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ha emitido una resolución en la que señala la necesidad de que el Ayuntamiento de Zaragoza se dirija al Gobierno central para que esta institución actualice el mapa de ruidos del aeropuerto de la capital aragonesa. La versión actual del mapa fue elaborada en 1997, antes de la urbanización de los PLAZA, Valdespartera o Arcosur.

La resolución es la respuesta a la queja que hace casi un año formuló un conjunto de personas y entidades ciudadanas agrupadas en la Plataforma de Afectados por la Impacto del Tráfico Aéreo.

Como consecuencia de la queja, el Justicia trasladó al Defensor del Pueblo aquellos aspectos relacionados con las competencias estatales sobre el Aeropuerto, y se dirigió al Ayuntamiento de Zaragoza con el fin de conocer las previsiones de esta institución respecto a la actualización del mapa del ruido.

La doble respuesta del consistorio zaragozano, procedente de la Gerencia de Urbanismo y del Área de Medio Ambiente, coincidía en señalar que el Ayuntamiento tiene competencias para elaborar los mapas del ruido relativos a infraestructuras de titularidad estatal (como el Aeropuerto de Zaragoza), y que, no obstante lo anterior, el Pleno del Ayuntamiento había aprobado el 29 de mayo de 2009 una resolución para solicitar al Gobierno de España la elaboración de un nuevo mapa sonoro del aeropuerto, y para establecer otras medidas correctoras de las afecciones que actualmente se producen en las zonas residenciales cercanas al mismo.

La resolución del Justicia estima que el Gobierno de España es, efectivamente, el competente para elaborar el mapa del ruido del Aeropuerto de Zaragoza. Además, el Justicia recuerda que el mapa sonoro debe actualizarse cada cinco años, tal como señalan diversas disposiciones de la Unión Europea y la propia ley española del ruido, aprobada en 2003.

En cuanto al Ayuntamiento de Zaragoza, la resolución considera que “la eventual variación de la clasificación urbanística de los terrenos que pueda promover, habrá de ajustarse al mapa de ruidos que elabore el titular de la infraestructura, evitando autorizar aquellos usos que puedan verse perjudicados por un nivel superior al legalmente establecido”.

De este modo, el Justicia de Aragón reprocha al Ayuntamiento que no reclamase al Gobierno central una actualización del mapa de ruidos de 1997, antes de autorizar la urbanización de PLAZA, Valdespartera o Arcosur, ya que “la planificación urbanística ha de conocer de antemano las servidumbres y condicionantes que debe respetar”, y “las restricciones por causa de ruido deberán estar igualmente previstas en los planes de ordenación, evitando los ulteriores problemas que su omisión puede generar”.

No obstante, el Justicia observa que en el mapa de ruidos de la página web del Ayuntamiento de Zaragoza, “se observa que la huella sonora de otras infraestructuras estatales (carreteras nacionales de Madrid, Teruel, Castellón, Huesca o Logroño) sí que ha sido tenida en consideración, o incluso la del aeropuerto en algún área correspondiente a terrenos sin edificar”, lo que convierte a la web municipal en “incompleta” e incapaz de “cumplir las finalidades informativas y preventivas que la ley asigna a este instrumento”.