El estudio, elaborado por Deloitte para las Cámaras y que se presentará mañana en la Cumbre de la Construcción en Zaragoza, parte del análisis de la situación de la construcción para llegar a un plan de actuación dividido en cuatro ejes estratégicos de actuación para revitalizar el sector, que se considera “estratégico” en Aragón, al representar el 10,39 por ciento del Producto Interior Bruto en 2008, un valor superior a 3.500 millones de euros y 58.200 empleos.

El objetivo de las propuestas, ha destacado en su presentación el director general de la Cámara de Comercio de Zaragoza, José Miguel Sánchez, es que el sector vuelva a tener el peso que se merece, racionalizándolo en una economía sostenible y moderna, porque ha sido “excesivo” y se está “pagando”.

En el año 2007, la construcción suponía el 10,93 por ciento del PIB en Aragón y el “techo” en el empleo se alcanzó en el primer trimestre de 2008, con 70.700 personas empleadas, que han caído hasta las 58.200 en el segundo trimestre de 2009, según el estudio, que ha detallado Sergio Salvador, por parte de Deloitte, quien ha considerado que no se saldrá de la crisis mientras no se supere la inmobiliaria.

Incentivar la demanda, facilitar el desarrollo del mercado, mejorar la eficiencia empresarial y fomentar la colaboración público-privada en el desarrollo de infraestructuras son los cuatro ámbitos de actuación del plan.

En el primer ámbito, se proponer inyectar liquidez al sistema, reducir el número de viviendas en stock, favorecer la realización de reformas y rehabilitaciones o dinamizar las políticas públicas de arrendamiento, mientras que en el segundo ámbito se propone fomentar la innovación en la industria, garantizar el desarrollo de la formación de los trabajadores del sector, flexibilizar las densidades de vivienda y optimizar los procesos administrativos.

En el tercer ámbito, las propuestas pasan por inyectar liquidez al sistema de empresas constructoras y promotoras para mantener su actividad y por fomentar la internacionalización y entrada de las empresas aragonesas en nuevos mercados, y en el cuarto por invertir en proyectos de obra civil en Aragón, facilitar la asociación entre empresas locales y promover los modelos de colaboración público privada para la construcción de infraestructura.

En el estudio se recogen las debilidades del sector (caída de la demanda de la vivienda libre, alto apalancamiento de las empresas, dificultad para acceder o renovara la financiación, o la baja inversión en obra pública en Aragón respecto a otras comunidades autónomas), además de sus fortalezas (consideración de la vivienda como un instrumento de ahorro capital, mantenimiento de precios en zonas prime o demanda latente pero a la espera de mejores condiciones de compra).

También establece las oportunidades del sector, entre ellas el apoyo de las administraciones públicas, con ayudas, planes de inversión o el proyecto de RED de carreteras del Gobierno de Aragón; el desarrollo de nuevos polos económicos más allá de Zaragoza, como Walqa, Alcañiz, Teruel y Huesca; el desarrollo de nuevos corredores como Zaragoza-Huesca y Huesca-Lérida, y grandes proyectos como Arcosur, Parque Venecia, Expo Paisajes, el parque empresarial de la Expo, el nuevo campo de fútbol de San José o Gran Scala.

Pero también establece como amenazas el endurecimiento del acceso a la financiación para el sector inmobiliario y las familias, el crecimiento de la morosidad que afecta a los contratistas en su relación con las administraciones y los plazos excesivos del aplazamiento del pago a subcontratistas y proveedores agravados por problemas financieros, y el entorno mediático poco favorable como consecuencia del periodo de bonanza