Durante esta semana varias han sido las noticias que empiezan a hablar claro de lo que Arcosur ha supuesto para la ciudad. Arcosur fue la moneda de cambio que permitió celebrar la expo de 2008, con una clara fuerza de bloqueo y de paralización sobre el proyecto del sur de Zaragoza a consecuencia de todas estas acciones en las que se dislumbra a Ibercaja como autora. Así mismo el Ayuntamiento supo jugar sus cartas y conseguirlo, hoy además, y gracias a todo aquello, el Ayuntamiento de Zaragoza podrá adjudicar la prolongación de Tenor Fleta, a razón de los 3 millones de euros que de Arcosur obtuvo. Estos son dos de los múltiples ejemplos del beneficio que Arcosur ha supuesto a esta ciudad, ciudad, cuyos políticos en muchos momentos olvidan que es Arcosur y quién está esperando su vivienda allí y sufriendo los juegos y movimientos políticos.

El informe del Tribunal de Cuentas en el que denunciaba algunas irregularides detectadas en la gestión que realizó el Ayuntamiento de Zaragoza en los preparativos de la Expo del 2008 ha despertado numerosas dudas que hoy deberían empezarse a despejar en la comisión extraordinaria convocada en el consistorio. Luz y taquígrafos sobre la actuación municipal en diferentes frentes pero que al menos permitirá desvelar cuestiones hasta ahora desconocidas, como que la compra del suelo del meandro de Ranillas para construir la Expo al hacerlo con la mediación de Ibercaja a cambio de derechos inmobilarios en Arcosur supuso un ahorro neto de 8,3 millones de euros.

Curiosamente, una de las irregularidades detectadas en la fiscalización de las cuentas acaba desvelando que “gracias a la celeridad con la que se tramitaron los expedientes administrativos y el convenio firmado con Ibercaja, el precio final de la compra fue de 66,32 millones de euros, frente a los 74,64 previstos en el caso de ejecutar las opciones de compra después del 30 septiembre del 2004. Un argumento más para responder a quienes han cuestionado hasta la adquisición de los suelos, incluso al Tribunal de Cuentas, al que le recrimina el Gobierno municipal que haya obviado la legislación aragonesa en materia urbanística en su valoración, por ver irregular que no hubiera pública concurrencia en la permuta con la entidad bancaria.

Al margen del ineludible enfrentamiento político que hoy se librará en la comisión, el vicealcalde y responsable de Economía y Hacienda, Fernando Gimeno, deberá esgrimir los argumentos con los que piensa rebatir la valoración del Tribunal de Cuentas, explicar cuestiones clave que afectan a las encomiendas de gestión realizadas a Expoagua, el control y seguimiento de las mismas o la compra de los suelos, en la que CHA y PP tendrán también algo que aportar, porque el primero estaba entonces al frente de Urbanismo y el segundo dio por bueno el convenio con Ibercaja.

Así, sobre las encomiendas de gestión, el Gobierno municipal ya alegó al Tribunal de cuentas que Expoagua se había extralimitado en sus competencias, ya que el consistorio le hace responsable a la sociedad pública de que algunas decisiones en las que el Tribunal de Cuentas le achaca una dejación de sus competencias propias y haber consentido que la sociedad pública las ejercitara.

Sobre el escaso control que le achaca en la ejecución de proyectos, Gimeno defenderá que para ese fin se creó la Oficina de Proyectos Expo y que la propia Expoagua hizo un férreo control del cumplimiento de los contratos, incluso acudiendo al arbitraje para liquidar algunas obras.

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La cicatriz ferroviaria de Miraflores ya tiene una solución técnica y por fin un plazo previsto para impulsar la desaparición de la barrera urbana que representa el cajón de hormigón que oculta las vías del tren. El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, quiere agilizar al máximo la ejecución de la prolongación de la avenida Tenor Fleta hasta su entronque con el tercer cinturón y poner en marcha las obras este mismo año. Su intención es la de aprobar cuanto antes el proyecto, que prevé crear un nuevo vial de 900 metros de longitud y la reordenación urbanística del entorno, para sacar a concurso y adjudicar los trabajos en un tiempo récord: antes de las elecciones. Así lo anunció ayer a los vecinos de la zona en la presentación de la propuesta elaborada por el estudio de Olano y Mendo Arquitectos y Eurotec, en la que aseguró que la primera fase se licitará con un presupuesto de 14 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses que permitiría estrenar el nuevo vial en el 2013.

Es el objetivo que se marca para desatascar un proyecto que ya contemplaba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y que el distrito lleva reclamando desde que finalizó la construcción del cajón de hormigón que oculta las vías del ferrocarril, hace más de dos años, aunque los plazos son muy ajustados para cumplir su propósito. Antes debe aprobar el proyecto el Gobierno municipal, someterlo a información pública durante un mes y atender las posibles alegaciones que se presenten. Así, como muy pronto el concurso se convocaría en marzo.

FINANCIACIÓN Pero para hacerlo deben garantizar la financiación, un aspecto que no preocupa al consistorio, los catorce millones los prevé obtener por varias vías: seis millones de euros incluidos en plurianuales, implementar con otros 3 procedentes del convenio firmado para Arcosur, reclamar al menos 2 de los 4,5 millones de euros que debía aportar la junta de compensación del sector 38/4 (el único de la zona que ya está conveniado y firmado) y otros 3 procedente de la venta de suelo. No obstante, la única aportación económica que tiene garantizada a día de hoy es la consignación presupuestaria prevista para el 2011, incluida en una partida no específica (denominada Transformaciones viarias) y dotada con 73.508 euros.

En realidad, tampoco le hace falta más, porque la previsión más optimista es la de adjudicar los trabajos antes del 22 de mayo, de manera que, por mucho que se aceleren los preparativos para iniciar la construcción, difícilmente podrán comenzar antes del próximo otoño, de manera que cuando la contratista quiera trasladar al ayuntamiento la primera factura, la obligación de pago permitiría hacerlo efectivo en el próximo ejercicio, a principios del 2012. Eso, en caso de fallar las demás fuentes de ingresos. Además, el ayuntamiento al final solo deberá sufragar diez de los catorce millones en esta primera fase, ya que el resto deberán aportarlos las juntas de compensación que desarrollarán los diferentes sectores urbanísticos del entorno de esta actuación.

Está fuera de toda duda la importancia de hacer realidad este proyecto (que ha sido supervisado por el servicio de Ingeniería de Desarrollo Urbano de Urbanismo), al menos para los vecinos, que verán en el 2013 cómo el cajón de hormigón dejará paso a un nuevo paseo urbano que compartirán un vial de tres carriles por sentido de circulación y nuevas aceras con carril bici. Además, incluye una integración paisajística en la que se mejorará la relación con el parque de La Granja, los accesos a la estación de Miraflores (se entrará directamente desde Tenor Fleta), la integración del instituto Pablo Gargallo y el colegio Santa Engracia, en los que se aprovechará el talud vegetal para crear graderíos para sus instalaciones deportivas.

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