Tras la Expo 2008, Zaragoza es una ciudad mejor equipada, más potente, que sabe alcanzar grandes objetivos e incluso resistir y salir fortalecida de una crisis económica como la actual”. Así de optimista se mostró ayer el alcalde Juan Alberto Belloch en un desayuno coloquio con representantes de la Asociación Española de Directivos celebrado en Madrid bajo el título Zaragoza después de la Expo. Y ahora ¿qué?.

“Ahora solo nos falta convencer a muchos inversores privados”, se contestaba a sí mismo el primer edil. Y la respuesta no era casual pues entre el auditorio había representantes de grandes empresas del país (Copisa, Dragados, Ferrovial España, Master.D, Conavinsa, Ideconsa, Tecnyconta y Sacyr Vallehermoso, Cobra, FCC y Mariano López Navarro), así como directivos de entidadades financieras del Banco Santander, La Caixa, Sabadell, BNP Paribas y Banque Chaabi du Maroc.

Belloch se mostró convencido de que la capital aragonesa sale de la crisis “más fuerte que antes” y reiteró por activa y por pasiva su objetivo de convertir a Zaragoza en la tercera ciudad de España durante la próxima década. El alcalde repasó los indicadores económicos negativos de la ciudad –una caída del 6% del PIB, bajada de la recaudación de más de 22 millones, un 12,3% de tasa de paro o un déficit estructural de 50 millones en las arcas municipales–. Pero tras este jarro de agua fría, lanzó un mensaje de optimismo y se mostró seguro de que “a comienzos del 2010 entrará en crecimiento positivo”.

ESTÍMULOS
A juicio de Belloch, las obras del tranvía, el desbloqueo de Arcosur, la urbanización de Parque Venecia, la reconversión del parque empresarial de la Expo 2008 o el Centro de Arte y Tecnología son estímulos más que suficientes para movilizar a la iniciativa privada, ya que hay en juego más de 1.200 millones.

Aunque obvió que no tiene votos suficientes para desbloquear Expo Paisajes 2014, reiteró que este es un proyecto vital para los barrios del este de la ciudad. “Para plantar árboles no necesito mayoría absoluta. La otra vez –en alusión a la Expo 2008– también costó años que se entendieran sus efectos positivos”, indicó.

Eso sí, aprovechó la presencia de un auditorio especializado para volver a dar un tirón de orejas a los hosteleros de la ciudad. “No pusieron un euro para el 2008 y, aunque son los principales beneficiados, no dan precios baratos ni siquiera competitivos. Hay que trabajar juntos”, aseveró.

Mirando al futuro, el alcalde defendió el posicionamiento “estratégico” en sostenibilidad. Recordó las campañas de ahorro de agua o la experiencia en construcción bioclimática. Se mostró partidario de esperar antes de tener que cambiar el uso del pabellón de España como sede del Instituto de Investigación sobre el Cambio Climático.