El corazón de la ciudad quedará unido a través de un cinturón de carril bici antes de Navidad

Cuando acaben las obras en Tenor Fleta y María Agustín, podrán recorrerse los casi 10 kilómetros del nuevo trazado.

V. LECHA/C. PERIBÁÑEZ. Zaragoza

La cuadratura del círculo. Eso es lo que está a punto de conseguir Zaragoza a través del flamante carril bici de 9.130 metros que recorre el centro. En los próximos días se inaugurarán las dos últimas vías, las que van del paseo de María Agustín a Tenor Fleta y de Marqués de la Cadena al Camino de las Torres. Así quedará cerrado un anillo que permitirá a los ciclistas circular desde el Actur hasta Las Fuentes, pasando por Delicias, el distrito Universidad y San José sin bajarse del sillín. Los puentes de la Unión y de La Almozara contribuyen a obrar este pequeño milagro impensable hace apenas unos años, los anteriores a la Expo, cuando el plan de movilidad dejaba mucho que desear.

En los últimos meses, y a la par que se acometían las obras del tranvía, han florecido kilómetros y kilómetros de carriles para ciclistas que, unidos al auge del servicio Bizi, quieren hacer de Zaragoza una ciudad limpia y sostenible. Y todo esto sin contar con el anillo verde ‘oficial’ que discurre entre los barrios y que, a excepción hecha de un pequeño tramo en la antigua carretera de Madrid, también está de riguroso estreno. Desde el Consistorio se ha acelerado este esfuerzo, entre otras cosas, porque según trascendió la semana pasada las emisiones de gases contaminantes del tráfico rodado habían aumentado hasta un 14% en el último año.

Hasta 2009, la ciudad contaba con 79 kilómetros de carril bici, que se extendían principalmente por las afueras de Zaragoza y las grandes zonas verdes. Sin embargo, este año aprovechando el empujón del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), se han construido 14.032 metros más. La mayor parte de estos -9.130 metros- en forma de anillo que circunvala el centro de la ciudad. El círculo está casi operativo. Solo falta que se inauguren dos de los tramos más importante, los que van de María Agustín a Tenor Fleta y de Marqués de la Cadena al Camino de las Torres. La semana pasada estaban pintándolo de verde y desde el área de Servicios Públicos del Ayuntamiento aseguran que estarán terminados antes de Navidad.

Pero, además, aprovechando la reforma de algunas calles que se ha llevado a cabo durante los últimos meses, el carril bici se ha extendido a vías como Miguel Servet y Compromiso de Caspe, el Coso Bajo, la avenida de Juan Carlos I y el paseo de Cuéllar, todos en uso desde hace varias semanas. Pero las bicicletas no se conforman con esto. El Ayuntamiento tiene proyectado construir, a partir de este año, 31 kilómetros más. Algunos completarán la red del centro y conectarán el nuevo anillo con otros puntos, como el que se realizará en la avenida de Cataluña. Otros llevarán la red a nuevos barrios, como el de Arcosur, que contará con más de 20 kilómetros.

“Se ve que la ciudad apuesta muy fuerte por las bicicletas”, explica en perfecto castellano Martin Werner, un estudiante de Erasmus alemán, que considera loable el esfuerzo de Zaragoza por adaptarse en tan poco tiempo a la cultura de las dos ruedas. Werner, al mismo tiempo, dice sorprenderse porque en algunos tramos “el carril tiene casi tres metros de anchura y, en otros, la zona reservada para las bicis es muy muy estrecha”.

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Puntos conflictivos

Esta falta de unidad también la han percibido los usuarios y no solo de la bici, sino también del automóvil. Algunos conductores se han quejado de que el carril bici ha devorado demasiado espacio al resto del tráfico rodado en zonas como el Camino de las Torres o la Avenida de Goya, mientras que en otros escenarios su trazado parece sacado de un Scalextric. En la parte recién remozada donde se juntan Compromiso de Caspe y Miguel Servet, el carril, dibujado con líneas discontinuas, se vuelve sinuoso y casi intermitente.

Marta Blasco, otra ciclista que ayer por la mañana paseaba en bicicleta por la zona del canal, está encantada con los nuevos carriles, aunque “hay sitios donde se podrían haber hecho mejor”, comenta. Desde el colectivo Pedalea aseguran que aún es pronto para hacer valoraciones. “Hay que esperar a que se puedan usar todas las vías”, señalan. De momento, muestran su satisfacción por la extensión de estos carriles al centro, pero advierten de que también habrá que valorar los fallos: zonas demasiado estrechas, cruces peligroso, marquesinas de autobús mal puestas… Ya queda menos para que los ‘bicicleteros’ puedan probarlo y, por descontado, valorarlo.

http://www.heraldo.es/noticias/761f3_el_corazon_ciudad_quedara_unido_traves_cinturon_carril_bici_antes_navidad.html


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