Pasado ya el tiempo de resaca electoral y entendiendo que el equipo de Gobierno que salió de las urnas de las pasadas elecciones municipales ya se ha hecho con la maquinaria municipal y ha tomado contacto con la realidad de la ciudad, las entidades vecinales encaran 2016 con la esperanza de ver si algunos de sus reivindicados proyectos por fin echan a andar, o de poder poner encima de la mesa a los responsables de las respectivas áreas sus demandas, en el caso de quienes todavía no han podido hacerlo.

Barrios como Delicias, La Paz, Santa Isabel, Actur, entre otros, esperan que en 2016 por fin pueda hacerse realidad algunas de las necesidades que demandan referentes al área social, educativa, infraestructuras, movilidad, etc.

Pero son los nuevos  barrios en desarrollo los que traen la carta a los Reyes Magos bien repleta de peticiones. En Arcosur están esperanzados por la inclusión presupuestaria de la redacción del demandado colegio para la parcela E7 del barrio, por lo que entienden que a este respecto “las cosas seguirán su curso”, apunta el presidente de la Asociación de Vecinos Arqueros, Raúl Chueca.

En las demandas del próximo año se encuentra también la inclusión en los presupuestos de partida para habilitar un potrero: “Para nosotros es fundamental, aquí hay un montón de niños que no tienen una zona para jugar ni un parque, y estamos hablando de una inversión que es muy pequeña. El proyecto ya está en Zaragoza Deporte, lo que hace falta es la dotación”, comenta Chueca.

La carencia de infraestructuras públicas deportivas y culturales es un mal que denuncian todos los barrios de la zona sur, que en 2015 se constituyeron en la Plataforma Distrito Sur con el objetivo de hacer fuerza por beneficios comunes y para lograr una planificación coordinada.

Las entidades Los montes de Valdespartera, Los sauces de Montecanal, Entrelagos de Rosales del Canal y Arqueros de Arcosur constituyeron este foro que este 2016 seguirá planteando como principal necesidad la creación de un distrito propio que agrupe a estos barrios, ahora incluidos en el de Casablanca. “Por geografía y por distribución entendemos que es necesaria una nueva demarcación administrativa”, apunta Chueca. Junto a esta petición, una batería de demandas relativas a movilidad, equipamientos deportivos y zonas verdes, entre otras.