Una iniciativa vecinal para mejorar el transporte público en Arcosur
Llegar al colegio cada día se ha convertido en una auténtica odisea para los vecinos de la calle Puentes del Reino del zaragozano barrio de Arcosur. Un kilómetro y medio de tierra y asfalto en medio de la nada les separa de la primera línea de autobús, el 59, una lanzadera que tan solo les acerca hasta el tranvía y que cuenta con numerosas limitaciones como una frecuencia de 30 minutos en hora punta o espacio para dos carros de bebé a pesar de tratarse de un perfil de usuarios caracterizado en su mayoría de familias con niños pequeños.
Para los vecinos que habitan los bloques más próximos a la Feria de Muestras, el centro más cercano se ubica en Rosales del Canal, justo al lado del nuevo colegio, el Zaragoza Sur, que tan solo se encuentra a unos minutos. Es decir, una distancia de 3,4 kilómetros. Esto supone que los problemas que tenían para llegar al colegio se mantendrán para el curso 2016/2017. “Primero hay que coger el autobús que te lleva al tranvía y de allí coges otra línea -54 o 41- a Rosales del Canal. Esto supone 45 minutos mínimo de desplazamiento, por no hablar de los numerosos trasbordos”, aseguran desde el AMPA Tirachinas.
Si a esto le añades el kilómetro y medio que separa a los vecinos de las parcelas C-60 y C-61 -donde viven unas 300 familias-, de la primera parada de autobús más cercano, el trayecto puede aumentar en unos 20 minutos. Muchos lo hacen en coche, los hay que se animan andando o en bicicleta e, incluso, hay quien se atreve a cubrir el trayecto en patinete. En este caso los niños suponen todo un reto extra: “Mi marido hace ocho viajes todos los días con el pequeño para ir y volver del colegio y recoger a su hermano mayor”, explica Tamara León, que vive con su marido y sus dos hijos de 2 y 6 años. Debido a sus edades, cada uno va a un centro distinto.
“No estamos en la ciudad, no hay edificios que nos protejan del viento, y si llegas y ya hay más de un carro en la parada tienes que esperar al siguiente autobús”; lamenta José Antonio Hernández. Además, la frecuencia se convierte en uno de los problemas que más acusan los vecinos: “Si lo pierdes… te espera media hora en medio de ninguna parte y a la intemperie” explica un vecino que lo coge a las 6.00 de la mañana para ir a trabajar, “y no lo cojo antes porque no me coincide con la frecuencia del tranvía tan temprano”, añade. “Mi hijo de doce años tiene que ir todas las mañanas solo hasta la parada, haga frío o calor, o aunque llueva, y no hay ningún tipo de tejado ni edificio en medio donde guarecerse”, asegura Eva Albajar.
Estos son algunos de los motivos que llevaron a Beatriz Ocasar, vecina de Arcosur que vive con su marido y sus dos hijos de 5 y 9 años, a crear la iniciativa en la plataforma Change.org que en tan solo dos semanas ha reunido 650 firmas. El objetivo: tener una línea de transporte público que les permita llegar, al menos, a los colegios. “Tenemos grandes dificultades para llevar a los niños al colegio. Tuvimos que comprar un segundo coche, con el gasto que eso conlleva, y el día que se rompa… a ver qué hacemos”, asegura Ocasar.
Una solución ‘a la vuelta de la esquina’
¿Cuál es la causa real de que no llegue el autobús hasta esta zona de Arcosur? Desde la Asociación de Vecinos del barrio, Arqueros, hace tiempo que solicitan que se rediseñe la línea del 59 para que llegue hasta las parcelas C-60 y C-61, sin embargo, al tratarse de una calle que no tiene salida, la única solución sería que el autobús maniobrase marcha atrás.“No se puede llevar a cabo pues la normativa de transporte público no permite esta maniobra. Por eso planteamos una segunda opción que es finalizar de urbanizar la calle Catedral de Santiago” subraya Raúl Chueca, presidente de la asociación.
Esta solución permitiría dos cosas: “Se conseguiría un nuevo acceso a la zona, y la línea 59 podría dar servicio a estos vecinos”, añade Chueca. Sin embargo, el representante vecinal asegura que desde la Junta de Compensación aluden a razones técnicas que para ellos “no son creíbles”. “Sabemos que es una excusa porque hace tiempo que no se invierte en la urbanización, las obras están prácticamente paradas”, afirma.
Entre las reclamaciones de los vecinos de Arcosur se encuentran “la reducción de las frecuencias de 30 a 15 minutos, y una línea de autobús que de servicio a los cuatro barrios del futuro Distrito Sur”, concluye Chueca.
Fuente: Heraldo