Algunos vecinos de los barrios del sur de Zaragoza dicen “haberse acostumbrado” al ruido de fondo de los aviones aterrizando y despegando, pero en días como este miércoles o jueves el malestar iba en aumento. “El miércoles fue horroroso, y el jueves también. Ha habido quejas de vecinos y también en los colegios se quejaron de que por la tarde se notó mucho el ruido”, decía Rosa Burgos, de la Asociación de Vecinos de Montecanal, quien achacaba esta situación a que “estos días el viento viene del este, la huella acústica es más fuerte porque los aviones necesitan toda la potencia de que son capaces para coger altura al despegar y por eso se oye más”.

La representante vecinal subrayó que los vuelos de estos días de los F18 han suscitado las quejas “hasta de trabajadores de PLAZA, ellos están al lado, y en algunas empresas dicen que cuando pasaban no había manera de hablar por teléfono”.

Por su parte María Jesús Gallego, vecina de Valdespartera, más resignada, comentaba que “el miércoles se oyeron más, cuando estábamos en el recreo del colegio hemos tenido que parar, pero la verdad es que para mí ya es algo normal, nos hemos acostumbrado a oirlos”.
Rosa Burgos volvió a reiterar este jueves la demanda hecha desde la plataforma Distrito Sur de Zaragoza recientemente, de exigir que se informe a los vecinos de primera mano sobre cualquier tipo de maniobra, y en especial las de la OTAN, y de que se pongan en marcha las estaciones para restringir el pasillo aéreo y poder medir el ruido y las emisiones de la combustión del queroseno. “No nos ha contestado nadie, por lo que en el próximo pleno de la Junta de Distrito vamos a volver a pedir el apoyo de todos para ver si hacemos presión, cada uno donde pueda, y para ver si se consigue algo de inversión para rescindir el pasillo aéreo”.

Fuente: Heraldo



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