“En Arcosur falta mucho por hacer, pero tampoco vivimos en una isla”
Tras la salida a licitación del proyecto del colegio, las principales demandas vecinales se centran en la falta de equipamientos y los problemas de movilidad.
A las 9 y media de la mañana de un miércoles cualquiera, en las calles de Arcosur reina la tranquilidad. Con los niños ya en los colegios y muchos vecinos en sus trabajos, hay calma en las calles del barrio. A estas horas, la estampa más habitual la dibujan un goteo intermitente de coches, la visita del bus 59 un par de veces cada hora y los paseos de padres con carritos de bebé o jóvenes con sus mascotas.
La tranquilidad que se respira en el ambiente la muestran también los vecinos, pues una de sus principales demandas está más cerca de ser una realidad. El pasado 6 de junio, Educación publicó la licitación del proyecto del CEIP de Arcosur en la parcela E-7, zona central del barrio. La previsión es que las obras del centro educativo se inicien a principios de 2017 y que la primera fase esté operativa en septiembre de ese año, en el comienzo del curso 2017-2018.
“Para nosotros ha sido un avance importante que el colegio ya exista administrativamente, aunque no físicamente. Los niños nacidos en 2013 ya pueden matricularse en el colegio Arcosur –a través de aulas puente situadas en el CEIP Rosales del Canal- y, cuando se abra, tendrá alumnos de entre los años 2011 y 2014. Nuestro objetivo es poder rescatar al máximo de niños que se han tenido que escolarizar fuera del barrio -la mayor parte se desplazan a Rosales-”, cuenta Raúl Chueca, presidente de la Asociación Vecinal Arqueros.
El también coordinador del Grupo Arqueros -que integra diferentes entidades como la asociación de vecinos, la comisión de festejos Acampo Casellas, Reino del Sur Cultura y Deporte, la AMPA Tirachinas o la asociación de mujeres Atalanta-, cree que los avances en la construcción del colegio, junto a la “adecuación de precios de las viviendas al mercado” han contribuido a que el número de empadronados en el barrio haya crecido hasta los 5.500, según datos del mes de abril. El perfil de quienes viven en Arcosur es el de familias jóvenes con niños pequeños. Concretamente, hay empadronados más de 730 niños de entre 0 y 4 años, y 260, de entre 5 y 9 años.
La movilidad es otra de las grandes preocupaciones vecinales. La línea 59, que actúa como lanzadera al tranvía, recorre el barrio con una frecuencia de media hora, algo que limita los desplazamientos y que obliga a numerosos vecinos a utilizar su vehículo privado. Llevar a los niños al colegio de Rosales del Canal en transporte público implica tener que tomar dos autobuses: la lanzadera al tranvía y, después, el 54 o el 41.
Esto se agrava en el caso de las viviendas más próximas a la Feria de Muestras, que tienen que recorrer casi un kilómetro andando para llegar a la parada más cercana del 59 en el barrio.
“Esta frecuencia es inadmisible, estamos en una situación precaria. Como mínimo, los autobuses tendrían que pasar cada quince minutos”, señala Chueca, que afirma que se han producido avances en esta materia con el Ayuntamiento y que “el asunto está encaminado”.
Con el objetivo de mejorar también esta situación, la Plataforma Distrito Sur, que une las asociaciones vecinales de Valdespartera, Montecanal, Rosales del Canal y Arcosur, mantiene entre sus propuestas la creación de una línea que pase por estos cuatro barrios y que conecte con puntos como Delicias o Los Enlaces, para poder enlazar con el centro de la ciudad.
Equipamientos y zonas verdes
Junto al campo de prácticas de golf de Arcosur, que pondrá en servicio la Federación Aragonesa de Golf en régimen de cesión, el gobierno municipal ha reservado un terreno de 60 hectáreas para desarrollar un parque que se erigirá como la gran zona verde del barrio.
Chueca expresa que el campo de golf no era “una instalación que deseáramos, pero entendemos que el barrio necesita cosas nuevas. Por eso, no cederemos en el tema del parque. Puede ser uno de los grandes atractivos de la zona y queremos que tenga instalaciones como un anfiteatro, una zona infantil, lagos…”.
El cuidado de las zonas verdes y la limpieza pública es otro de los caballos de batalla en el barrio. Soraya, que pasea junto a su perro cerca de la Avenida Patio de los Naranjos, reivindica un mejor mantenimiento de estos espacios: “La limpieza aquí brilla por su ausencia. Está todo bastante descuidado”. El presidente de la AVV Arqueros explica que el barrio se mantiene con servicios puntuales de limpieza de papeleras o atención de quejas, pero demandan un servicio fijo: “Estamos trabajando por que el Ayuntamiento lo presupueste en las próximas partidas”.
Lo que ya está presupuestado es la construcción de la Instalación Deportiva Elemental, prioridad vecinal desde hace tiempo, que se situará al lado del colegio. El principal destinatario de este potrero será la población infantil de Arcosur, que ahora no posee espacios de esparcimiento, deporte y juegos. Los vecinos muestran sus quejas por la ausencia de equipamientos públicos y cuentan que les gustaría que se diseñase ya el proyecto de una instalación polivalente.
Para Raúl Chueca, la prioridad más inmediata es que este centro tenga escuela infantil y ludoteca; mientras que a medio plazo, albergue también una biblioteca y un centro cívico: “Sabemos los tiempos y que no hay dinero, pero queremos un proyecto cívico integral acorde a las necesidades de la población. Tampoco tenemos actividades culturales para atender a nuestros jóvenes y, en unos años, esto puede ser un problema. Nos vemos reflejados en otros nuevos barrios que no disponen de una oferta lúdica y socioeducativa cerca de sus casas”.
Servicios
Tras conocer la intención del Gobierno de Aragón de continuar con la concesión de licencias para farmacias en la zona Sur de la ciudad, la Asociación de Vecinos Arcosur expresa su preocupación por verse privada de un “servicio básico como es el acceso a los medicamentos”. A esta circunstancia añaden el hecho de que “es la iniciativa privada la que elige dónde ubicar su negocio –afirma Chueca-, por lo que muchas farmacias no tienen incentivos, pues saben que los medicamentos que necesitamos tendremos que comprarlos allí, aunque estén lejos”. Los establecimientos farmacéuticos más cercanos al barrio se sitúan en Montecanal y Rosales del Canal, a una media de 3 kilómetros de distancia.
Un bar, una tienda y una escuela infantil
El comercio también necesita un empujón en el barrio. Un bar, una tienda de alimentación y una escuela infantil son los tres negocios de iniciativa privada que abren sus puertas cada día. Desde la entidad vecinal cuentan que uno de los motivos que frena el interés es el estado de los locales, “de obra, que necesitan una adecuación y una inversión mayor”. “Estamos trabajando iniciativas con el Consistorio sobre el comercio de cercanía, buscando facilidades para atraer a la inversión privada”, señala el coordinador de Arqueros.
Raúl, empleado del bar desde 2013, subraya la intensa actividad diaria que experimenta el establecimiento. “Aquí no se para. Pese a que se vean cuatro casas desde fuera, el barrio engaña, está muy vivo. Cada dos o tres semanas aparecen personas nuevas que se están mudando, e incluso los fines de semana viene gente de otros barrios”, indica.
En los últimos tres años, Arcosur ha experimentado, en palabras de los vecinos, un importante crecimiento. Señalan que la construcción está volviendo a estimularse con la reciente petición de varias licencias de obra, y esperan que se agilice el fin de las obras en el área 3, una de las más cercanas a Valdespartera. “Pese a la sensación de dispersión y a que no tenemos de todo, no vivimos en una isla, estamos pegados a la ciudad. Claro que falta mucho por hacer, pero en los últimos años hemos avanzado bastante”, concluye Chueca.
Fuente: Heraldo.