Después de que la última edición en Vadorrey se suspendiera, ayer miles de personas acudieron a la cita. Los barrios pidieron más atención frente a la política de grandes eventos del Ayuntamiento en una jornada con 38 atenciones por parte de la Cruz Roja.

http://www.heraldo.es/uploads/imagenes/detalle/_cinco2_83e3acf0.jpgLa Cincomarzada regresó con éxito al parque de Oriente. Con una edición muy reivindicativa, buena afluencia de público y un tiempo hasta agradable en algunos momentos, la fiesta volvió a Vadorrey tras un año de ‘exilio’ en el parque del Agua y después de que la última edición que acogió, en 2008, se tuviera que aplazar por el fuerte viento. Ayer, miles de personas se acercaron hasta el recinto (unas 100.000, según la organización) para disfrutar de una jornada sin grandes incidentes, al margen de alguna pequeña pelea y alguna intoxicación etílica.

En total, la Cruz Roja atendió a 38 personas, la mayoría leves. A dos de ellos hubo que trasladarlos a centros hospitalarios con comas etílicos. En total hubo que atender a seis personas por intoxicaciones alcohólicas. El resto de las atenciones fueron caídas, cortes y contusiones. La mayoría llegaron a primera hora de la tarde, en los momentos de más animación y de mayor asistencia al recinto. La nota curiosa fue el rescate que tuvo que hacer la Cruz Roja en el río. Un perro cayó al agua y fue rescatado junto al embarcadero de Vadorrey.

El tiempo con el que amaneció el día no auguraba una jornada tan propicia para la Cincomarzada. Cielo nublado, algo de viento y frío, bastante frío, recibieron a los primeros visitantes del parque de Oriente. Con las carpas montadas y los ranchos empezando a humear, la animación fue ‘in crecendo’, conforme el día comenzaba a levantar y el sol se animaba a colar sus primeros rayos entre las nubes.

A media mañana se dejó ver la delegación municipal, compuesta por el vicealcalde, Fernando Gimeno; el consejero municipal de Cultura y Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco; y la concejala de Juventud, Isabel López. No fue difícil localizarlos el tiempo que estuvieron en el recinto, ya que Gimeno tuvo ‘colgados del hombro’ permanentemente a unos 30 miembros del colectivo ‘Educadores en protesta’, que hicieron oír su malestar contra los nuevos pliegos que el Ayuntamiento ha redactado para los centros de tiempo libre y ludotecas. “Queremos que se den cuenta de que se está degradando el servicio”, indicó Alba, una de las educadoras en la reivindicación.

Fueron recibidos en las barras de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) por su presidente, Miguel Ángel Mallén. El lema elegido por la FABZ para esta Cincomarzada fue ‘Un barrio, un reto’, en una llamada de atención hacia la ciudad consolidada, y ante la política de grandes eventos del Ayuntamiento. Gimeno definió la fiesta como “progresista” y animó a los barrios a que “expresen sus opiniones”, como hacen en las reuniones que “continuamente” tienen con los responsables municipales. Los portavoces de PP y CHA, Dolores Serrat y Juan Martín, también asistieron al parque de Oriente.

Ranchos a pleno rendimiento

Mientras los políticos paseaban, los peñistas iban a lo suyo. Situados en la parte sur del recinto, con una grava recién echada que difícilmente pudo disimular la precariedad del entorno del reloj de sol, las 25 barras de las peñas dedicaron la mañana a inaugurar los caños de cerveza, a pelar patatas y cebollas y a preparar los ranchos de la comida.

Después de la polémica de la semana, en la que amenazaron con no acudir a la fiesta, solo lamentaron el mal estado del terreno en el que se tuvieron que poner. En esta parte del recinto la música de la fiesta sonaba más alto que las reivindicaciones políticas o sociales, y las mesas esperaban por la mañana para cuando la comida estuviera lista.

Mientras, en la zona norte, más verde y con arbolado, las praderas fueron ocupadas por cientos de zaragozanos que, con medios más o menos ‘profesionales’, se disponían a almorzar sobre toallas y mantas extendidas en la hierba.

En los caminos centrales del parque, las reivindicaciones se multiplicaron como un reflejo de la situación económica actual. Los futuros vecinos de Arcosur repartieron silbatos y 700 pañuelos para pedir que “comience la construcción y el planeamiento de los equipamientos, y que se ejecute de forma inmediata la fase de edificación”, como señaló Antonio Almudí, presidente de la Asociación de Vecinos Arqueros de Arcosur.

Hubo espacio para todos. Los sindicatos protestaron por el ‘pensionazo’, hubo espacio para las protestas por la ley de extranjería, reclamando la custodia compartida con trajes de Papá Noel… Todo regado con buenos caldos y con el olor a chorizo y longaniza que expulsaban los fuegos de los puestos.

Tras la comida, y con buen tiempo, solo una pelea entre jóvenes en la zona de las praderas enturbió el ambiente. Hacia las 18.00 se dejaron de pinchar barriles de cerveza y se descolgaron las primeras pancartas, en señal de despedida hasta el año que viene. La incógnita, de nuevo, estará en cuál será la sede de la fiesta.



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