La construcción se hunde en Aragón
La construcción se hunde en Aragón y cierra su peor año desde 1992
La recesión deja la cifra de pisos iniciados en el 2009 en una de las más bajas de las últimas décadas.El sector triplica sus tasas de paro en dos años y la afiliación cae en más de 20.000 trabajadores
El sector de la construcción en la comunidad ha vivido un 2009 para olvidar. Aún se desconocen los datos de los tres últimos meses, pero no hay que esperar mucho más tiempo para confirmar que el pasado ejercicio fue el peor desde 1992. Ese año se iniciaron en Aragón 4.670 viviendas (libres y protegidas), mientras que hasta septiembre del 2009 se acometió la construcción de 2.538 pisos, según los datos del Ministerio de Vivienda. Una cifra que queda a años luz de los datos del 2006, cuando se alcanzó los 22.852 pisos iniciados (ver gráfico). Por si esto fuera poco, la obra civil tampoco ha podido tirar del sector y los expertos indican que la recuperación no llegará, al menos, hasta dentro de dos años.
No hay duda de que las peores consecuencias del crack de la construcción han llegado por la vía del empleo. Si a finales de enero del 2008 había en el sector 55.651 afiliados aragoneses, tan solo dos años después la cifra apenas alcanza los 35.200 trabajadores. Y eso sin tener en cuenta los más de 6.000 autónomos que han tenido que dejar la actividad en estos dos años. Tal y como destaca el último informe de UGT Aragón sobre el sector, es evidente que el desplome ha sido más fuerte en la comunidad por los efectos de la Expo. “El 2007 y el 2008 fueron años tan intensos que el descenso ha sido mucho más brusco”, subraya el estudio.
EL PARO SE TRIPLICA Todo ello ha provocado que el número de parados en el sector se haya triplicado en apenas un par de años y que el colectivo inmigrante haya sido uno de los más perjudicados. En este sentido, el secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT Aragón, Luis Tejedor, subraya que la expulsión de todo este volumen de empleados del mercado laboral está generando una “indefensión total”, porque “no tienen posibilidades de recolocación”, al tratarse en su mayor parte de personas con contratos temporales o de obra.
A nadie se le escapa que la fuerte escalada del paro en Aragón, además de por el desplome de la industria, se explica por el pinchazo de la construcción. Muchos expertos insisten en que se trata del fin de un nuevo ciclo económico, pero, si es así, el sector ha asistido al final más brusco desde hace décadas. Otros analistas reconocen que el problema, quizá, fue que se quiso sacar demasiado jugo al ladrillo. “Pienso que estos ciclos se han dado siempre, pero ahora hay una sobreinformación que ha generado todavía más desconfianza entre los consumidores”, explica el vicepresidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) en Aragón, Fernando Baena.
Precisamente, ha sido el pesimismo que se ha instalado en la opinión pública lo que ha terminado de hundir al sector inmobiliario y, en consecuencia, a la construcción. De hecho, los últimos estudios indican que en la comunidad hay un estoc de más de 15.400 pisos nuevos. Nada extraño si se observan las operaciones de los últimos años: en el 2009 se vendieron en Aragón 12.426 viviendas, por las 28.156 del 2005. “Si no se absorbe este estoc se producirán nuevas reducciones de empleo”, indica el presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón, Antonio Ballarín.
Con todo, el sector está dando ligeros síntomas de recuperación en los últimos meses (sobre todo en Zaragoza). “Lo que se está demostrando es que la gente responde si se bajan los precios”, explica el director del Grupo de Análisis Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza, Luis Alberto Fabra, que apunta que la bajada de los tipos de interés también ha impulsado las ventas. “No obstante –continúa Fabra–, los precios seguirán bajando porque, si no, no habrá recuperación”.
¿PRECIOS MÁS BAJOS? No opina lo mismo Baena, que indica que en el centro y en las zonas consolidadas de las ciudades los precios no bajarán más. Por otra parte, Baena reclama a la banca que facilite el acceso al crédito para que el sector se vaya recuperando.
Según los expertos, otra solución para la reactivación está en manos de la banca, que “debería poner en el mercado sus pisos en estoc”. Además, hace un par de años, los analistas insistían en encadenar el final de las obras de Valdespartera con el inicio de Arcosur para paliar el crack. Ahora no son tan explícitos porque saben que es difícil: hay promotoras que han tenido que renunciar al suelo porque, al no tener la mayoría de los pisos vendidos, no conseguían financiación.
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